El sueño continúa. Las pupilas de Lucas Mondelo, que viajaron a Río de Janeiro con el objetivo de montar el lío, lucharán por la medalla de oro tras derrotar en semifinales a Serbia, vigente campeona de Europa. Anteriormente, en una primera fase donde las españolas ya mostraron su enorme potencial, lograron un fantástico balance de 4 victorias (Serbia, China, Senegal y Canadá) y una derrota (Estados Unidos) que les llevó a ocupar la 2ª posición de la tabla clasificatoria por detrás de Estados Unidos, la gran favorita al título. Lejos de conformarse con estar entre las 8 mejores, una canasta sobre la bocina de Anna Cruz ante Turquía metió de lleno a la selección española en la lucha por las medallas. Y no fallaron.
El combinado nacional saltó a la pista con las ideas muy claras: defender al máximo para cerrar su aro y jugar a campo abierto. La superioridad en el rebote permitió salir a la contra y 5 puntos consecutivos de Laia Palau empezaron a abrir una pequeña brecha en el marcador. La seleccionadora serbia, Marina Maljkovic, buscó una respuesta en la segunda unidad y la defensa zonal que propuso, pero Laura Nicholls puso la diferencia por encima de la decena al término del primer cuarto (20-9).
Una sequía de cuatro minutos por parte de las españolas y la inspiración de Sasa Cado, autora de diez tantos en la primera mitad, apretó el marcador y sirvió como toque de atención. Las pérdidas (12) fueron un lastre, pero no se podía bajar el nivel defensivo. Y así lo hicieron. Las pupilas de Lucas Mondelo bajaron el culo, volvieron a emplearse a fondo en defensa, recuperaron el dominio en el rebote y dos canastas de Astou Ndour llevaron en encuentro al descanso (33-28).
España estaba a un paso de seguir haciendo historia y era una oportunidad única para alcanzar la gran final, por lo que volvieron lanzadas de los vestuarios y un parcial de 13-2 terminó por romper el partido. El trabajo colectivo en defensa y el buen hacer de jugadoras como Sílvia Domínguez en ataque resultaron claves para hacer frente a una Serbia donde Danielle Page se vio muy sola. La diferencia llegó a alcanzar los 16 puntos durante el tercer período y la medalla estaba cada vez más cerca (53-38).
Referentes del conjunto balcánico como Petrovic y Milovanovic no tuvieron su mejor día de cara al aro, lo que hizo disminuir su potencial de forma sustancial. Las españolas aprovecharon las faltas recibidas para sumar desde la línea de los tiros libres y Alba Torrens se sumó a la fiesta con un triple que llevó al combinado nacional a una victoria que vale por una final olímpica. La selección femenina viajó a Río de Janeiro dispuesta a liarla y el sueño continúa. Cuidado con ellas (68-54).