PERSONAL, MARISOL
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Fuimos a Vigo, nos tocó jugar contra el Celta creo recordar que el primer partido de la temporada (seguro que fue el primer viaje) y era mi debut personal. Cuando Chema, antes del partido, me dice que voy a ser la encargada de defenderla, que confiaba en mí, creí que se había vuelto loco, que estaba engañado, no comprendía cómo no se daba cuenta de que era mucho peor que ella. Pensé por un momento que iba a hacer un ridículo mayúsculo, pero enseguida asumí la responsabilidad, qué menos, y me vacié en la cancha el tiempo que estuve en ella. Aseguro que no sé cómo lo hice, me convertí en su nerviosísima sombra (a veces despistada) y me pasé todo el partido alucinando con su forma de jugar, de moverse, con su físico tan especial. Nos ganaron sin mucho esfuerzo por su parte. Pero la vuelta en nuestra casa fue otro cantar, rozamos la victoria.
Quién me iba a decir que Vicente Rodríguez (Cholas), entrenador del Celta, me ficharía la siguiente temporada y pasaría de ser rival a compañera.
PAÍNO, LA SÚPER JUGADORA
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Rapidísima, con una velocidad de reacción casi explosiva y un salto tremendo, poco más necesitaba para destacar. Su tiro en suspensión te dejaba con la boca abierta, se mantenía en el aire como si fuera ingrávida y además con buena mecánica.
Se salía de todos los parámetros y esquemas sobre los que se asentaba el baloncesto femenino de entonces, muy táctico y de juego en equipo, porque ella solita con sus aptitudes físicas podía superar cualquier planteamiento defensivo.
Marisol era consciente de su “tirón”, de que la gente que llenaba el Pabellón iba a ver al Celta que casi siempre ganaba y levantaba pasiones y que eso en gran parte se debía a ella porque, jugara bien o menos bien, nunca pasaba desapercibida.
Siempre había una acción en su juego fuera de lo común: un robo de balón, un sprint, una entrada potentísima o un tiro imposible convertido. Y también, porqué no decirlo, un gesto, una actitud, una protesta al árbitro,… que exaltaban al público del que era su centro de atención. Pensaba que dar espectáculo iba implícito en su ficha.
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No sé cuántos títulos de Liga ganó con el Celta, único equipo de primera división en el que jugó, lo que sí sé es que no le gustaba estar en la selección española y casi siempre rechazaba las convocatorias de los entrenadores. Que yo sepa, solamente estuvo en el pre europeo de Alemania en marzo del 78.
EL FINAL DE LA MEJOR JUGADORA DE ESPAÑA DEL MOMENTO
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Sin embargo, José María García hizo de Marisol, por una época, centro de sus comentarios, tanto en la radio como en la revista Don Balón en los que, traspasando todos los límites de lo deportivo, cuestionaba su condición sexual. Recuerdo una portada suya con esta frase: Marisol Paíno, ¿hombre o mujer? Me pareció demoledor. Quiero pensar que, en su celo profesional, no tuvo en cuenta el daño que podía hacer a una mujer cuya pasión era el baloncesto y que, por cierto, jugaba fenomenal.
Vivíamos tiempos en los que las personas que no encajaban en los parámetros de la normalidad eran motivo de burla, dejando en evidencia la mediocridad y poca nobleza de espíritu de las que, en ocasiones, hace gala el género humano.
APUNTES SOBRE MARISOL, POR SONIA LUS (CADENA SER)
- En el 2016, después de varias décadas sin hacer declaraciones conseguimos entrevistarla en nuestro programa Acento Robinson de la cadena SER. Pasado aquello, nunca más pude volver a hablar con ella. Sigue muy afectada por todo, una pena. Aquí, unos apuntes que me preparé durante muchas horas para poder presentar el caso 'Marisol' en nuestro programa con la mayor rigurosidad posible. De las mejores de su época, por no decir la mejor. Era una jugadora determinante. Jugaba de 4, y basaba su juego en sus facultades físicas -rapidez, salto y capacidad reboteadora-, y en una buena mano para anotar.
- Militó durante 7 años en el Celta de Vigo, retirándose con 27 años. Después de su retirada, intentó probar con el atletismo, pero no le llenaba, y también lo dejó.
- Palmarés: Tres Ligas y dos Copas de la Reina. Máxima anotadora de la liga en 6 de las 7 temporadas que jugó. Tres veces elegida “mejor jugadora española” Además, ha sido internacional con España en 23 ocasiones.
- Llegó a Vigo con tan sólo 20 años, para fichar por el Celta.
- Tuvo un inicio arrollador en la competición. En su debut, el 24 de octubre del 76, el equipo gallego gana de manera contundente al Creff de Madrid (uno de los grandes de la liga) y Marisol mete 20 puntos. En la segunda jornada anotó 37 y en la tercera 24 puntos.
- La bomba salta en la cuarta jornada. 28 de enero de 1977. El Celta gana en la cancha el Evax de Barcelona (otro de los gallos de la liga) con Marisol Paíno como máxima anotadora del encuentro. Al finalizar, la delegada del Evax, Nuria Argüelles, denunció públicamente al Celta y a Marisol, afirmando que no era una mujer. Un día después, presentaron una denuncia en la Federación Española de baloncesto.
- El Celta se enteró de todo esto a través de los medios. El club quiso ocultar la noticia a la jugadora, pero viendo el eco de la noticia, optaron por decírselo.
- Una semana después, el Celta tenía que jugar en Tenerife. Al aterrizar, el entrenador ve en los quioscos la revista “Don Balón” (que dirigía José María García) con la portada ocupada por el rostro y el torso, cubierto por un balón de baloncesto, de Marisol Paíno. Y el titular “¿HOMBRE O MUJER?”. El entrenador compró todos los ejemplares pero Marisol no fue ajena a lo que pasaba, y sólo anotó 5 puntos en el partido.
- El choque psicológico que la denuncia produjo en Marisol fue grande. Pasó días muy amargos, se pensó en la idea de análisis, pruebas… Todo lo que pudiera demostrar que era una mujer.
- La propia Marisol, una vez pasado aquel trance, llegó a explicar: “Soy diferente, pero para mí, soy normal. No me parezco a mucha gente. La menstruación la tuve por primera vez a los doce años, con lo que queda patente mi condición femenina. Luego, unos trastornos de ovarios me llevaron a hacer tratamiento adecuado y sin duda las hormonas pueden haber sido clave en la duda que ahora se plantea”.
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- El escándalo se fue apagando, gracias en parte, al silencio de la Federación. El Celta gana la liga, y Marisol es llevada a hombros por la afición gallega. (Sus anotaciones rara vez bajaban de los 25 puntos por partido, llegando a alcanzar, por ejemplo, los 41).
- De los 7 años que jugó, Marisol Paíno fue la máxima anotadora de la liga en 6 ocasiones (No hizo pleno porque un año estuvo dos meses lesionada) Con números que algún año superaron al máximo anotador de la liga masculina.
- Sus fantásticas actuaciones la llevan a la selección nacional. Debuta en 1977.
- El Celta vuelve al ganar la liga en 1979, y Marisol es la jugadora decisiva, con 18 puntos en el partido final, máxima anotadora del partido.
- Y otra vez regresa la polémica. Marisol es convocada con la selección para jugar el Campeonato de Europa de 1979. Se anuncia un control de sexo para todas las jugadoras del torneo y Marisol abandona a la selección. Justifica su decisión alegando mal ambiente, falta de compañerismo, e incluso rechazo de alguna compañera hacia ella.
- Nunca se supo en realidad el porqué de su renuncia a la selección, aunque evidentemente, el control de sexo tiene algo que ver. La duda es si Marisol pensaba que no lo iba a pasar, o si lo hacía por dignidad.
- Mientras, siguen los éxitos deportivos con su equipo. En 1981, el Celta conquista su primera Copa de la Reina. Ganó en la final al Picadero de Barcelona (el Evax de antes) y cómo no, Marisol Paíno fue la máxima anotadora de la fase final.
- A todo esto, hay tiranteces entre Marisol y la directiva del club. Marisol, cobra un sueldo del Celta, es decir, es profesional, algo nada habitual en esa época.
- Con Marisol de capitana del equipo, llega la temporada más brillante en la historia del Celta. 1981/1982. Doblete: Liga y Copa de la Reina. Y la temporada más brillante en la carrera de Marisol, se llevó todos los reconocimientos individuales: Máxima anotadora de la liga, máxima anotadora de la Copa, Mejor jugadora española (premio que Fernando Martín se lleva en categoría masculina), mejor deportista de Vigo (la primera que se lo lleva sin ser gallega) e incluída en el quinteto ideal de Europa.
- En la temporada 82-83, comienza el principio del fin de Marisol. La Federación impone un control de sexo para todas las jugadoras. Marisol no se presenta en uno de los primeros partidos de liga, y gana fuerza la idea de retirarse para ser coherente con su convicción de no pasar el control de sexo. Aunque en alguna ocasión dijo que lo pasaría, la realidad es que nunca lo hizo.
- En aquellos días de su retirada, se escribió: “Marisol Paíno, la mejor jugadora española, ha optado por abandonar el deporte, harta y asqueada de ser blanco de morbosos sensacionalismos totalmente extradeportivos…. Han conseguido destrozar humanamente a una persona cariñosa y honesta, cuyo único ‘pecado’ es ser la mejor”. J.C. Real en el ‘Faro de Vigo’.
- “Ante tantos ataques viles, ante las manipulaciones infames que viene sufriendo, ante las calumnias que se han desatado en torno a ella, valga este homenaje a Marisol Paíno. La mujer, la persona. Sin más”. Quicio, en un diario de Valladolid.
- Marisol afirmó que se iba porque el Celta le había prometido un trabajo que nunca llegaba, y que tenía que mirar por su futuro.
- Marisol pasa los siguientes años en el Xuncas de Lugo (2ª división, donde no se exige el control de sexo) entrenando en colegios y termina en el Mercantil de Vigo (donde logra el ascenso a Primera B y donde dice adiós a las competiciones nacionales).
- Algunas frases de Marisol: ‘Soy de carne y está claro a qué género pertenezco’, ‘Querían un certificado de mi sexo, y cuando lo tuvieran, pedirían otra cosa’. Siempre esgrimió razones de dignidad. Sobre lo sucedido, Marisol llegó a afirmar en una ocasión que al único que no perdonaba era a José María García: “porque no tiene escrúpulos”.
- Todo lo que sucedió provocó que sus 7 años en el Celta fueran un montaña rusa de emociones, de tranquilidad y polémica…Cierra sus etapas sin mirar atrás, dice que no se arrepiente de nada.
- A pesar de todas las polémicas, Marisol siempre tuvo el apoyo incondicional de la afición viguesa. De hecho, la opinión en Galicia es que si Paíno hubiera jugado en uno de los equipos grandes de Madrid y Barcelona o si fuera una jugadora del montón, nunca hubiera pasado nada.
- No cabe duda de que marcó una época, y que podría haber ido más allá, si por ejemplo, no hubiera renunciado a la selección, pero se retiró con 27 años, en una decisión difícil de entender y con el manido control de sexo siempre pululando alrededor de ella.